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Cocuy de penca, Cocuy pecayero o simplemente cocuy como se conoce en su país de origen, Venezuela, empieza a hacerse eco en Latinoamérica en los últimos años como una bebida de sabor pelicular y de gran intensidad al paladar, que hoy, muchos expertos en la materia lo comparan con el tequila mexicano por su sabor similar, no siendo este el único aspecto que comparten ambos licores ya que también provienen de la familia de plantas llamadas Agave y por ende nos encontramos ante quizás, junto al Mezcal (también mexicano) con 3 hermanos que vienen a dar forma, identidad e iconicidad a Latinoamérica en el plano de los licores y bebidas “espirituosas” en el mundo.

El encuentro de dos culturas, de dos procesos

Desde el proceso de producción el Cocuy nos habla del sincretismo que se da entre el elemento Ibérico del español a su llegada a América y el que ya existía y habitaba estas tierras, el Aborigen. Todo esto se concreta en la etapa de elaboración del Cocuy a lo largo de su evolución:
En su primer momento – antes de la llegada del español- la producción del licor era bastante rudimentaria y consistía en triturar distintos tubérculos y raíces entre piedras y el producto así obtenido se almacenaba en vasijas de barro o madera por 4 a 5 días y gracias al calor de las regiones en donde se colocaban dichos recipientes se producía la fermentación alcohólica, obteniéndose una bebida refrescante para el consumo de las distintas etnias encargadas en la producción y que habitaban en las regiones venezolanas.
A la llegada del español el proceso evolucionó para alcanzar un nuevo nivel en su elaboración: ahora la piña de la planta se hornea en hornos subterráneos para posteriormente el producto ser “machacado” en lo que hoy en Venezuela y otras regiones de centro América se conoce como “Pilón”, la pasta obtenida se mezcla con agua para luego ser reposada durante 4 a 5 días para su fermentación y por ultimo este líquido se cocina en una especie de alambique para la destilación del licor.
Como hemos logrado ver el Cocuy representa para el venezolano de estos tiempos un trozo de su pasado y de su presente, ya que forma parte de la identidad de esta región como pueblo mestizo orgulloso de su pasado

Cocoy hasta “pa’ remedio”

Los viejos recomiendan que todas las mañanas se tome una copita de Cocoy en ayunas, ya que según ellos los mantiene enérgicos y activos durante todo el día. En realidad lo que cuentan nuestros abuelos y abuelas es muy cierto ya que el Cocoy entre otras propiedades posee Vitamina D, potasio y minerales que según los propios médicos si se toma una copita en ayunas y una en la noche te ayudará a controlar los niveles del colesterol, triglicéridos, tensión arterial y amen de todo lo contado, esta bebida milagrosa sirve hasta para los malos pensamientos porque como dice el virtuoso bebedor: “El que bebe se emborracha, el que se emborracha duerme, el que duerme no peca y el que no peca va al cielo, para que al cielo vamos,¡bebamos!”.